Dicen que no hay nada más tierno que un padre que muestra interés y pasión en el cuidado de su hijo, y aunque este caso no sea muy reincidente, los padres y bebés merecen un apartado especial con algunos consejos que pueden ser de ayuda:
La paciencia: Es un punto importante en la relación padre - hijo, más aún cuando este es aún un bebé. Se debe tener en cuenta que ese estado de vulnerable y que a veces puede parecer de capricho y/o desobediencia, fue vivido por todos los seres humanos. Como nuestros padres nos cuidaron, debemos de atender con paciencia también a nuestros hijos. Y aunque nuestros padres hubieran podido ser algo "rudos" con nosotros, recordemos el dolor que ello pudo habernos traído en la infancia, y no condenemos a nuestros hijos a pasar por ello.
El miedo inicial; cuando se tiene un recién nacido en casa, es natural, no sólo en los hombres, que muchas veces temen "dañar" al bebé haciendo algo brusco. Un poco de ayuda nunca viene mal, pero si no se cuenta con ella, lo más recomendable es tomar todo con mucha calma. El aprendizaje como padres nunca acaba, y aunque dar los primeros pasos sea lo más difícil, informarse con bibliografía especializada puede resultar muy útil.
La salud del bebé es lo más importante, por ello cuando este presenta fiebre, vómitos o cualquier otro síntoma que indique que las cosas no están normales, es mejor llevarlo con un profesional de la salud debidamente capacitado. Aunque a veces, madres, tías o abuelas digan tener experiencia (y en realidad la tengan) es mejor no arriesgar lo más preciado del bebé, que es la salud. Es mejor tener un médico de cabecera que nos preste auxilio en situaciones complicadas.
Salir a pasear con el bebé está bien, pero si el padre es la única persona que está a cargo de hacerlo, debe tener en mente cuidados que a veces pueden ser olvidados, como el abrigo, no debe ser ligero en un día frío, ni tampoco exagerado en un día de calor, puede provocar alergias. Lo mismo sucede con el sudor y el tipo de ropa, hay bebés que tienen alguna alergia con el algodón por ejemplo, ello añadido al sudor puede generar alteraciones a la piel.
Además se debe considerar que el sol no le llegue de forma directa al bebé, mucho menos a la cara, esto puede dañar seriamente su piel.
Dedicarle tiempo al bebé es sin duda lo más importante, ello nos lleva a aprender, poco a poco, el oficio de ser padre. Esta vez que me ha tocado escribir para este portal, digo con sinceridad que no hay una receta perfecta para ser padre, sólo el camino de la superación en base a la perseverancia. Después de todo, ser padre, es sin duda el mejor trabajo del mundo.
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